SUSTENTABILIDAD EN LA CIUDAD DE MÉXICO.
Características de la Cuenca del Valle de México.
La cuenca ocupa un área de alrededor de 9600 km2 y se encuentra en la parte sur del eje volcánico central. En su longitud mayor mide 110 km y en la menor 8º km. Las cadenas montañosas que la rodean son de origen volcánico.
Se encuentra delimitada por otras cuencas: al norte por las del río Tula y de la laguna de Meztitlán, al este por la del río Tecolutla, al oeste por la del río Lerma, al sureste por las de los ríos Atoyac y Mxteco y al sur por la del río Amacuzac.
La cuenca forma parte del Estado de México (48% del área total), de Hidalgo (26%), Tlaxcala (8.8%), Puebla (1%) y del Distrito Federal (15.7%).
La ciudad de México alberga en la actualidad 37 municipios del Estado de México.
En el fondo de la cuenca, donde ahora se asienta la ciudad de México se encontraba un sistema de lagos que cubría una superficie de 1500 km2, 5 eran los principales: Texcoco, Chalco, Zumpango, Xochimilco y Xaltocan, actualmente sólo quedan cerca de 50 km de lagos que incluyen remanentes de Xochimilco, Texcoco, Chalco y Zumpango.
Población de la ciudad de México.
El crecimiento demográfico de la ciudad de México en el siglo XX se debió en primer lugar a la concentración de las actividades económicas que atrajo a flujos importantes de población, principalmente de origen rural, la que se incorporó a la naciente y pujante industrialización atraída por mejores salarios, servicios urbanos, educativos, médicos y de salubridad, alimentos de mejor calidad, la disminución de la incidencia de enfermedades de origen infeccioso. La esperanza de vida pasó de 68.6 años entre 1980-1985 a 73.2 de 1990 a 1995.
En 1975 se concentraba en la ciudad de México 45% del empleo industrial del país.
Expansión territorial en la ciudad de México.
El proceso de expansión territorial implicó el aprovechamiento del lecho de los lagos desecados para uso urbano con impactos irreversibles sobre las montañas que los circundaban.
Se volvió una práctica común la construcción de fosas sépticas en las edificaciones regulares mientras que los asentamientos irregulares, en los que se basó principalmente la expansión urbana, carecen casi en su totalidad de servicio de alcantarillado.
Otra práctica común fue el entubamiento de los ríos.
La expansión de la ciudad invadió los límites político-administrativos, en especial desde fines de la década de los cincuenta, abarca no solo el Distrito Federal sino una amplia zona del territorio del Estado de México, situación que dificultó la adecuada administración de los recursos.
En la actualidad la ciudad de México ocupa una extensión casi cien veces superior a la que alcanzaba en el momento de la llegada de los españoles.
Obras Hidráulicas.
En el año 1900, durante el Porfiriato se inaugura el Gran Canal del Desagüe con una longitud de 47 km y 100m de profundidad desde el lago de Texcoco, el mas bajo de la cuenca. Entre 1937 y 1942 se le construyó un nuevo túnel conocido como el segundo túnel de Tequizquiac.
A pesar de esta gran obra, la ciudad seguía anegándose en temporada de lluvias y a principios de la década de los cincuentas en centro de la ciudad se inundó durante tres semanas y el agua alcanzó dos metros de altura.
En 1975 se inició la operación del Drenaje Profundo con 240 metros de profundidad que canaliza el agua a través de 164 km de túneles de hasta 6.5 metros de diámetro con una capacidad de conducción de 220 m3/s. El drenaje desemboca en la parte alta de la cuenca del Pánuco y posteriormente en el Golfo de México.
Por casi cinco siglos el hombre ha luchado en contra del agua de la ciudad de México, invirtiendo cuantiosos recursos para secar los lagos que originalmente le daban sustento, esto llevó a que la antes autosuficiente ciudad se convirtiera, a partir de los cincuentas en importadora de agua proveniente de otras cuencas, además de que ha sobreexplotado el agua del subsuelo con graves consecuencias para el medio ambiente natural.
El agua, un recurso antes abundante, se ha convertido en escaso y caro, lo que pone en riezgo la supervivencia de la ciudad y sus habitantes.
Agua Potable.
En el año 1900 siendo la población de 340 000 habitantes y consumiendo 122 litros por cada uno el caudal disponible ascendía a 480 l/s. En 1901 pasó el abasto de agua pasó a 570 l/s y en 1902 ascendía a 862 l/s proviniendo 42% de los 1376 pozos que existían en la ciudad. En 1903 la oferta de agua creció a 938 l/s y en 1905 a 963 de los cuales 40% se extraía de pozos y el resto de manantiales y aguas superficiales.
Un nuevo acueducto fue construido entre 1905 y 1908 para conducir agua procedente de los manantiales de La Noria y Xochimilco la que se concentraba en los tanques de Molino del Rey a 26 km de distancia. Esta obra sustituyó el abasto de manantiales de Chapultepec y el Desierto de los Leones a partir de 1912. Hacia 1927, después de la Revolución, la ciudad recibía un caudal de 2.5 m3/s para abastecer una población de un millón de habitantes, lo que representaba un promedio de 216 litros por habitante. Diez años después ante la escasez se perforaron 18 pozos profundos lo que provocó el hundimiento del terreno provocado por la sobreexplotación de las aguas subterráneas. Por ello se decidió recurrir a la importación del líquido en cantidades importantes desde cuencas externas. Se eligió el acuífero del Río Lerma en el Valle de Toluca pues por gravedad podría abastecer de agua a toda la ciudad. En 1950, la población era de 2.8 millones de habitantes y recibiría 430 litros por cada uno, aunque para la segunda mitad de la década la población ya era de 4 millones y el abastecimiento por habitante fue de 400 litros. No obstante solo el 50% de la población contaba con servicio domiciliario.
Continuando la escacez se determinó que la cuenca del río Cutzamala, en el Estado de México, proveería de agua a la ciudad, dada la calidad y la cantidad de agua con la que contaba a pesar de que se localiza a 126 km de la ciudad de México y era necesario bombearla mas de 1200 m dada la diferencia de altitud con la cuenca de México. El sistema Cutzamala empezó a funcionar en 1982.
En 199o había 3537 pozos de los cuales 1223 (la tercera parte) proporcionaba agua de uso urbano en tanto que el resto se destinaba para el uso industrial, agropecuario, doméstico etc. Las viviendas que carecían de agua entubada en el Distrito Federal se abastecieron en un 92% por medio de pipas mientras que en el Estado de México las dos terceras partes de las viviendas carente de este servicio lo hicieron por medio de de agua de pozo, río, lago, arroyo y otras fuentes.
En los 90s los sectores pobres consumían 28 litros diarios por persona, en los sectores medios entre 275 y 410 litros y en los de altos ingresos entre 800 y 1000 litros
Uno de los principales problemas que enfrenta el abasto de agua son las fugas cuyo monto es de 40% de la oferta siendo ocasionadas principalmente por fracturas y antigüedad de las redes de distribución.
Otra medida que se tomó a partir de 1956 para obtener mas agua fue el tratamiento de las aguas residuales, la primera planta se instaló en Chapultepec y se destina para reutilizarla en actividades industriales, el riego de áreas verdes y deportivas, el llenado de lagos recreativos y el lavado de vehículos. Existían a finales de siglo 27 plantas de tratamiento, 819km de red de distribución, 22 plantas de bombeo y 18 tanques de almacenamiento. Una parte de dichas aguas se desaloja al río Tula y es utilizada para regar amplias zonas agrícolas en el Estado de Hidalgo y finalmente desemboca en el Golfo de México
Conclusiones
La crisis ambiental por que atravesaba y atraviesa la ciudad de México tiene su origen no sólo en el acelerado crecimiento demográfico que dio lugar a una expansión del suelo urbano sin precedentes, sino al insuficiente conocimiento del funcionamiento del ecosistema natural y del ciclo de agua en particular, lo que pone en riesgo la satisfacción de las necesidad de la población presente y futura.
La solución no puede limitarse a la explotación creciente del acuífero y a la importación de auga de cuencas cada vez mas lejanas sino que requiere de soluciones políticas y culturales que promuevan el uso mas eficiente y un manejo mas racional del recurso.
Ello incluye respetar el ciclo hidrólogico, abatir el desperdicio por fugas, aprovechar las aguas pluviales, evitar el crecimiento de la mancha urbana hacia la periferia de la ciudad y disminuir la desigualdad en el acceso al agua potable.
Tomado de http://revistas.colmex.mx/revistas/11/art_11_920_6374.pdf
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